La transformación de la formación es una realidad. Según Esperanza Román Mendoza, @eRomanMe, actualmente existen diversos tipos de aprendizaje:
- Aprendizaje en comunidad ( sociabilidad)
- Aprendizaje constante (humildad)
- Aprendizaje lúdico (curiosidad)
- Aprendizaje dinámico (agilidad)
- Aprendizaje abierto (generosidad)
- Aprendizaje democrático (emponderización)
- Aprendizaje crítico (responsabilidad)
Sea cual sea tu estilo de aprendizaje, no dudes que la educación es cultura y como tal tiene un precio.
Debemos saber separar entre cultura e industria cultural, conceptos muy distintos. Las técnicas de marketing y mercadotecnia, aplicadas en beneficio de quien las usa, logran que se establezcan nuevos paradigmas sociales y, en muchos casos, que la confusión de términos nos lleve a preguntarnos si es gratis o no la cultura.
Según la definición de Wikipedia : “Cultura es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias”.
La Unesco, en 1982, declaró:
...que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.
(UNESCO, 1982: Declaración de México)
Si cultura es toda la información y habilidades que poseemos, esa reflexión entraría a formar parte de la propia cultura, o simplemente sería una manipulación más de la economía capitalista ya que, actualmente, se entiende como un producto que está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda, regido por la indústria cultural.
Los nuevos paradigmas en el campo de la formación nos llevan al crecimiento personal, al enriquecimiento cultural pero, ¿nos llevan al tan ansiado crecimiento profesional?, o por el contrario queda simplemente en un nuevo título, diploma o acreditación.
Realmente la gran amalgama de cursos, postgrados y másters publicitados hoy en día deben hacernos reflexionar. Los que los hemos realizado hagamos un analítico ejercicio versus el rapport de nuestra formación:
- ¿Fueron logrados los objetivos enunciados en el programa del curso?
- La metodología ¿era práctica, se adaptó a mis necesidades de aprendizaje?
- Los materiales y contenidos eran adecuados y completos, o por el contrario, se detectó alguna carencia.
- La tutorización, ¿era dinámica o estática?, ¿existió feedback o era unidireccional?
- ¿Cómo fue la evaluación? ¿Realmente merecí ese título?
- ¿Puedo transferir esos conocimientos en la práctica real de un puesto de trabajo?
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